La empresa RTX Corp. ha ampliado drásticamente el alcance de las inspecciones requeridas en su unidad Pratt & Whitney, lo que afectará a casi toda su flota de turbinas que impulsan los últimos A320 de Airbus SE y dejará en tierra a cientos de aviones de un solo pasillo durante meses1. Se deben retirar alrededor de 3,000 motores Pratt & Whitney de turbofán con engranajes en los próximos tres años para verificar componentes potencialmente defectuosos fabricados con polvo metálico contaminado1. Esto representa la mayoría de los aproximadamente 3,200 motores GTF actualmente en servicio en los aviones1.
Durante las visitas al taller, Pratt planea reemplazar la mayor cantidad posible de discos de turbinas de alta presión con piezas nuevas que tengan una vida útil completa, para evitar futuras inspecciones2. El CEO de RTX Corp., Greg Hayes, dijo: «Esta es obviamente una situación difícil y decepcionante para nuestros clientes, para nuestros socios y para Pratt & Whitney y nuestros accionistas. Estamos enfocados en abordar esto de la manera más expedita y financieramente sólida posible»3.
La situación puede complicar los esfuerzos de las aerolíneas para aumentar la capacidad y el servicio de vuelo para satisfacer la demanda constante de viajes después de las restricciones por la pandemia de COVID-193. Además, MTU Aero Engines, socio en el motor GTF, dijo en un comunicado separado que espera un impacto de €1 mil millones en sus ganancias antes de intereses e impuestos debido a este problema3.
RTX espera que 600 a 700 motores, o 350 aviones, más allá de su proyección inicial, sean retirados para visitas al taller hasta 202611. El impacto de este problema se extiende más allá de RTX, afectando a toda la flota global que utiliza el motor de turbofán con engranajes de Pratt & Whitney, incluidos modelos de aviones populares como el Airbus A320neo11.